Compostaje doméstico

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Cada día desperdiciamos toneladas de recursos naturales en forma de residuos y un gran porcentaje de éstos corresponde a la fracción orgánica. En ekoideas insistimos en las ventajas económicas y ambientales que supone el compostaje de los residuos orgánicos. Éstos son un recurso valioso para recuperar la fertilidad de los suelos, ya que pueden ser reincorporados al ciclo de la materia orgánica mediante el compostaje.

Para un correcto proceso de compostaje, ekoideas recomienda el uso de compostadores y vermicompostadores con los que conseguiremos un proceso aerobio, sin malos olores ni putrefacción, de transformación de la materia orgánica por acción de midroorganismos y descomponedores del suelo. Con este proceso conseguiremos compost, un abono orgánico de calidad que proporciona a la tierra efectos beneficiosos.

Compostar dichos restos no es más que imitar el proceso natural que ocurre en el suelo de un bosque, pero acelerado y dirigido. El abono resultante, con agradable olor a bosque, contiene materia orgánica y nutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, calcio y hierro, necesarios para la vida de las plantas.

Usar un compostador o vermicompostador en nuestra terraza o jardín supone unas ventajas ambientales y económicas: la calidad del compostaje doméstico es mejor que la de una planta industrial ya que la selección previa para el compostaje doméstico es mas cuidadosa. Cada etapa del proceso es supervisada por el beneficiario de la obtención del compost final. Implantar el compostaje doméstico supone un importante ahorro económico para la comunidad, derivado del transporte de residuos y un ahorro individual derivado de la compra de abonos, tierra etc.

¿Compostador o vermicompostador?

En el mercado existen dos modelos de compostadores domésticos: los vermicompostadores y los compostadores propiamente dichos. Los primeros funcionan con lombrices que añadimos nosotros (lombricultura) y los segundos con las bacterias y hongos que generan los propios residuos orgánicos.

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Vermicompostador Hungry Bin.

Teniendo en cuenta que las lombrices prefieren restos de fruta, verdura, posos de café e incluso papel, y no precisan de mucha cantidad de residuos, el vermicompostador es el más aconsejable para un balcón o un piso. Además, la calidad del abono que produce un vermicompostador es mayor, puesto que se consigue el conocido humus de lombriz y desde las primeras tres semanas se consigue lexiviado, un fertilizante líquido adecuado para todo tipo de plantas. Si los procedimientos son adecuados, se puede obtener vermicompost cada dos meses.

Compostador Eco Master.
Compostador Eco Master.

Los compostadores, en cambio, necesitan más volumen de residuos orgánicos para lograr la temperatura que requiere el proceso aerobio (unos 70ºC las primeras dos semanas). Además, el compostador admite restos de poda y árboles (ramas, hojarasca, etc.) por lo que es más adecuado para un jardín. En este caso, desde que introducimos los residuos orgánicos hasta que son transformados en compost por parte de los microorganismos pueden pasar de seis a nueve meses. Después de una primera cosecha, podemos obtener compost cada tres o cuatro meses.

Más información en www.ekoideas.com

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